En Alemania, saludar con un beso en la mejilla es una acción incómoda, por eso la organización Knigge Society está pidiendo que sea prohibido en las oficinas.
En ese país el espacio que suele mantenerse entre las personas es de 60 centímetros.
En entrevista con la BBC, el experto en etiqueta y dirigente de esa organización, Hans-Michael Klein, señala que los alemanes “se están quejando porque no quieren que los besen, sobre todo las mujeres.
Dicen que los hombres tratan de acercarse a ellas en un sentido erótico”.
Klein afirma que, contrario a América Latina, donde el contacto corporal es común (hasta 60 veces en una hora), en Estados Unidos es menor (diez veces), pero en el Reino Unido y Alemania es nulo.
Esto es debido a la cultura, distinta de la italiana y francesa, países en que el acercamiento físico no causa incomodidad.
Aunque no se puede prohibir besarse, la organización exige que al menos se reglamente. No es la primera vez que algo así se hace: existe una ‘manera correcta’ de terminar una relación vía mensaje de texto o el protocolo a seguir para limpiarse la nariz.