Quizás el hecho del año que dejó las imágenes más impactantes fue el terremoto de magnitud 8,9 y posterior tsunami el 11 de marzo en Japón. Una enorme ola llega a la ciudad de Miyako, en la prefectura de Iwate. Las cientos de imágenes del desastre natural se convirtieron en una herramienta vital para los científicos que estudian cómo prepararse para enfrentar un maremoto.