La conexión a la ‘red de redes’ es cada vez más indispensable, por lo que es recomendable aprender a medir su consumo y no pagar de más
El pago por los servicios de internet es un gasto cada vez más difícil de evitar, y para que su costo no termine con tus ingresos es importante estudiar tus necesidades y aprender a medir su consumo.
En México hay 10.9 conexiones a internet por cada 100 habitantes, que comparado con las 38 por cada 100 que hay en Holanda, muestran que hay un rezago importante en el país, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). La baja conexión alienta que los precios sean más altos.
Algunas maneras de reducir tu cuenta por conectarte a la ‘red de redes’ son las siguientes:
1. Frecuentar las cafeterías que tienen conexión puede equivaler a tener ‘internet a medias’, además de que pueden representar un costo más elevado que si contrataras el servicio en casa. Piensa en que para conectarte necesitas consumir sus productos.
2. Compartir con tus vecinos el internet es una opción cuando eres el nuevo en el edificio. Pueden dividir el gasto mientras buscas la manera de tener una cuenta a tu nombre.
3. Un módem portátil, también conocido como Banda Ancha Móvil, es una alternativa ideal y especialmente para aquellos que tengan que desplazarse para trabajar. Incluso los teléfonos celulares pueden conectarse por medio de la BAM si cuenta con WiFi.
La Unión Internacional de Telecomunicaciones explica que en 2010, los celulares, laptops y tabletas son el medio principal de acceso a Internet, lo que habla de que la movilidad se convertirá en un factor fundamental de los servicios de Internet.
En caso de que prefieras la conexión solo en tu teléfono móvil, debes fijarte en las tarifas de transferencia de datos. Los paquetes de internet para celular (y tabletas) generalmente dependen de los megabytes que se transmiten a tu smartphone.
