WASHINGTON .- Estados Unidos recrudeció este domingo las amenazas contra Irán, cuando el jefe máximo del Pentágono, Leon Panetta, afirmó que Washington responderá con la fuerza si Teherán bloquea el Estrecho de Ormuz, canal por donde pasa el 35% del petróleo mundial.
“Hemos sido muy claros sobre el hecho de que Estados Unidos no tolerará el cierre del estrecho de Ormuz. Esa es una línea roja para nosotros y nosotros responderemos”, manifestó el funcionario a la cadena televisiva CBS.
En tanto, el general Martin Dempsey, quien acompañó a Panetta, expresó que si Irán bloquea el canal, sería considerada una “acción intolerable”.
“Por nuestra parte, invertimos en medios para asegurarnos que si ese es el caso, se lo impediremos”, precisó el militar.
El martes pasado, el gobierno del presidente Mahmud Ahmadinejad anunció que cerraría el Estrecho de Ormuz si Estados Unidos y la Unión Europea mantienen las presiones contra Teherán a través de sanciones económicas y comerciales.
La Casa Blanca acusa a Irán de construir armas de destrucción masiva, mientras que la administración persa afirma que lleva a delante un plan nuclear con fines pacíficos para generar energía eléctrica.
El gobierno de Teherán también denunció la presencia de un buque de guerra estadounidense en el Golfo Pérsico, donde Washington tiene apostada la Quinta Flota, en Bahrein.
La tensión en la región además se acrecentó porque el Ejecutivo británico anunció que el próximo miércoles enviará su más moderno buque de guerra al Golfo Pérsico.
“Se trata de un despliegue de rutina previsto desde hace mucho tiempo”, aseguraron desde Londres.
Gran Bretaña reemplazará una fragata por un potente destructor equipado con 48 misiles Sea Viper, difícil de detectar por los radares.
En sus declaraciones a la CBS, Panetta advirtió que Estados Unidos seguirá impulsando la fortaleza de su Ejército, pese a los recortes presupuestarios aprobados durante la semana que alcanzan los 487 mil millones de dólares.
Al anunciar esta reducción, el presidente Barack Obama remarcó que su administración apostará por el fortalecimiento de la Organización del Tratado para el Atlántico Norte (Otan), para tener un mayor control en Asia y Medio Oriente.