El Autor es Periodista, Reside en Salcedo
Las múltiples denuncias que sobre la sospecha de posible manipulación de datos electorales se podrían dar en el país a partir del proceso electoral vigente, tiene que mover necesariamente a un profundo análisis por parte de sus principales actores de esta gran obra a la que asiste el pueblo dominicano y que se llama: ELECCIONES 2012.
Las tantas denuncias que sobre un posible fraude se están cerniendo hasta los diferentes medios de comunicación por parte de dirigentes políticos contrarios al gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), es algo que necesariamente tiene que verse si es necesario con ese ojo súper potente de la desaparecida serie de los años 70s y que muchos de nuestra generación hoy recordamos con sobrada nostalgia y que se llamó: “El Hombre Nuclear”.
El clima de inseguridad que se ha creado, tiene que motivar al organismo oficial de las elecciones, a que se inicie cuanto ante una intensa campaña para que en el pueblo pueda nacer nuevamente esa confianza tan necesaria que cada día que pasa merma de manera considerable en contra de la Junta Central Electoral (JCE).
Recordaremos que hace varios meses, tanto el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), como otras entidades políticas y de la sociedad civil, denunciaron desde sus respectivas tribunas sobre los supuestos planes manipuladores que desde un departamento tan importante, como lo es el del Centro de Cómputos de la misma JCE se podría dar, y en donde esos sectores, preocupados por los “resultados” que se podrían derivar del mismo, pidieron a gritos la denuncia o destitución de un señor del cual el país enteros se aprendió su nombre de memoria, no por las cortas palabras sino por la insistencia con que los diferentes medios y personalidades lo tocaban y que se denomina: Franklin Frías.
Todos recordamos los múltiples titulares, las discusiones a través de los diferentes medios de comunicación se dieron, también vimos de cómo salió a flote imposición para dejar todo dejar todo “claro”.
Entendemos que no se ha estado actuando con la debida sensatez. Al pueblo se le ha estado inyectando grande dosis de múltiples mensajes cargados de presagios, en donde lo menos que se espera si no se corrigen algunos entuertos es algo parecido a uno de esos abriles que todavía continúan latente en la memoria colectiva.
Si a una cosa le tememos los dominicanos, es a la palabra GUERRA, pues no hay que ser experto en el tema para colegir las implicaciones que de la misma se pudieran derivar y todo por la tozudez de un grupito que enquistado en determinadas
posiciones no miran a su alrededor y se dan cuenta de que en este país, el 20 de mayo las cuentas tienen que estar más clara que la palabra transparencia.
¿Ustedes se imaginan que el 20 de mayo a eso de las 9 de la noche esa JCE den unos resultados contrario al que el pueblo espera? no me quisiera ni imaginar; viví en carne propia esa noche del 24 de abril del 1984 y por referencias histórica y personales he tenido que sumergirme de lleno a los sucesos de esos funestos días del 1965, y eso no.
Lo que como nación que aspira aun desarrollo integral de todos sus estamentos nos merecemos es que desde ya, repetimos, esa JCE inicie cuanto antes un proceso de concienciación del pueblo dominicano para que los uno y los otros acepten los resultados de unas elecciones que me sospecho que si no se corrigen a tiempo sus errores, aquí se bailará un tipo de música en donde el tableteo de las metralletas y de los que buscan pescar en rio revuelto será el detonante para el caos.
