Miercoles 11 De Julio 2012 by Frank Jiménez.
Etiqueta Noticia
Las noches en Jimaní tienen un sonido inusitado y, quizás,
demasiado estruendoso para una comunidad fronteriza que dista más de cien
kilómetros de las grandes urbes dominicanas y que vive del comercio diurno.
A las 6 de la tarde, cuando cierran las puertas a las tandas
laborales, se empiezan a abrir las de la diversión. El sonido de la música
anuncia desde lejos que ya es hora y en las calles se cruzan los convocados a
un encuentro disperso con el placer y el sexo, donde se obvia que el día
siguiente será un miércoles marcado como laborable en el calendario.
Ellas empiezan a caminar de un lado al otro. Se detienen en
una esquina o siguen resueltas hacia uno de los muchos centros de diversión
nocturna, donde entran sin dificultad, pese a que sus rostros las delatan como
menores.
Al principio de la conversación, la joven de 16 años se
muestra ajena a la pregunta de uno de los integrantes del equipo de prensa.
Luego, ante el temor de perder a un posible cliente, admite que tiene que
vender su cuerpo para poder mantenerse.LEER MAS EN DIARIO LIBRE.COM