Sábado 01 De Septiembre 2012 by Frank Jiménez.
¡Dime qué comes y te diré qué físico tienes! Así de radical y frívola puede sonar esta frase, sin embargo, en varias personas adquiere mucho sentido.
Claramente comer no es lo mismo que alimentarse y está comprobado que una dieta balanceada influye en el bienestar personal, proporciona la energía adecuada para la conservación de los órganos y células de nuestro cuerpo y, además, ayuda a prevenir distintas enfermedades.
Segun lo publicado en guioteca.com, la Escuela de Salud Pública de Harvard analizó de manera exhaustiva los hábitos alimenticios de 120.877 hombres y mujeres sanos, durante 20 años, vinculando la ingesta de ciertas comidas con el aumento de peso durante el tiempo de estudio. Del mismo modo, reveló que no sólo el comer mal engorda a largo plazo, sino que también determinadas formas de vida como el sedentarismo y el dormir poco.
Al comienzo del proceso los participantes tenían un peso normal, pero al término de éste subieron en promedio 1,59 kilos por cada periodo de cuatro años, por tanto, al final de la investigación el incremento total fue de 7,9 kilos.
El estudio estableció las siguientes comidas como las más nocivas:LEER MAS.