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El uso y abuso de fármacos sin la prescripción médica y bajo la propia intención del paciente podría ocasionar efectos secundarios, lo cual causaría daños más severos que la propia afección tratada.
La advertencia la hace el gastroenterólogo Manuel Mejía Márquez, al referirse a la utilización de Omeprazol, medicamento indicado para problemas gástricos y que la gente está consumiendo de forma indiscriminada.
El especialista explicó que en término general el uso y abuso de fármacos se da casi en todas las personas, sobre todo en el tercer mundo, donde con frecuencia la gente tiende a automedicarse. Abundó que eso se debe a que no hay verdaderos controles de registros sanitarios y se puede tener acceso a cualquier medicina.
La mayoría de los medicamentos tiene reacciones adversas y en el caso del Omeprasol, así como los procedidos de bomba de protones y sus derivados, hacen “maravillas” en los problemas de gastritis y de úlcera, pero cuando se abusa de ellos producen efecto a largo plazo.
Primero, el enfermo no está teniendo el requerimiento deseado porque el medicamento está cumpliendo con su función. El efecto secundario ocasionado por el Omeprasol se verifica en una baja del calcio, produciendo a su vez problema de ortopedia y sobre todo en las mujeres que son más predisponentes a esta enfermedad.
El formidable alivio que da el medicamento a las vías digestivas, ha llevado a las personas a usarlo de forma descontrolada sin tener en cuenta el daño que puede producirle a otros órganos del cuerpo.
Mejía Márquez ve con asombro cómo la gente emplean por tanto tiempo un remedio sin ni siquiera hacerse un estudio, ni tener un diagnóstico.
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