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Entre todas las pacientes que esperan ser atendidas en el consultorio de un reconocido cirujano plástico del Distrito Nacional, Sandra, de 37 años, parece ser la más reservada. No exhibe la ilusión de la mujer que va en busca de unos senos nuevos, ni la algarabía de la que ya los obtuvo.
Se había sometido hace unos meses a un aumento de mamas con un médico de dudosa formación en la materia –no está afiliado a la Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética (Sodocipre)–. El galeno le implantó silicona usada, lo cual le provocó una infección en las mamas y la llevaron a perder uno de sus pezones. Ahora, en esta nueva consulta con un médico distinto, busca resarcir el daño en la medida de lo posible.
La incursión de “intrusos” en el área de la cirugía estética representa la principal preocupación de la Sodocipre, señala su presidente, Héctor Herrand. “Ahora estamos viendo en el consultorio entre dos y cuatro pacientes por semana que se colocan cosas (implantes o sustancias) por ahí, hasta en sus casas, en condiciones antihigiénicas”.LEER MAS.