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POR Humberto Salazar
La enfermedad del dengue, también conocida como fiebre rompehielos o quebrantahuesos, es unos de los padecimientos de origen viral mas frecuentes en las áreas tropicales y subtropicales de nuestro planeta.
Es transmitida por la picadura del mosquito Aedes Aegipty hembra que pone sus larvas en las aguas estancadas y pica a los seres humanos sobretodo en las primeras horas del día, desarrollándose la enfermedad a los tres o cuatro días de la picadura.
Las personas afectadas sufren la enfermedad, puede ser confundida con una gripe común, en forma de fiebre, malestar general, cefaleas y muy característicamente dolores en las articulaciones, de donde le viene su nombre de fiebre rompehuesos.
Mas del 80% de los que son picados por el mosquito pueden ser asintomáticos, es decir no se produce en ellos ningún tipo de enfermedad, otros solo tienen síntomas de una simple gripe, pero algunos derivan en una forma grave de dengue que los podría llevar a la muerte.
Los casos de muerte, en la mayoría de los casos, suceden por un diagnóstico y tratamiento tardío, en que las hemorragias no detectadas provocan un shock hemorrágico que deriva hacia un fallo multisistémico.
Detectar la forma grave de la enfermedad es un serio problema de salud pública, ya que, podría significar la diferencia entre la vida y la muerte del paciente, y para estos existen protocolos discutidos y aprobados por autoridades médicas en todo el mundo.
Hasta aquí no hay ningún secreto, todos sabemos que no existe una vacuna, que no existen medidas de prevención sin incluir a las comunidades y que si no aplicamos el protocolo de seguimiento y tratamiento a los casos sospechosos podríamos tener altas tasas de mortalidad.
ESTE MOSQUITO HABLA Y ES PELIGROSO
Pues en el caso de la República Dominicana, el Aedes Aegipty habla y su lenguaje se expresa en:, la cantidad de casos que se presentan, los tratamientos ineficaces y la alta tasa de mortalidad que padecemos.
En el día de ayer en una reunión encabezada por el Ministro de Salud, Freddy Hidalgo y representantes de la Organización Panamericana de la Salud, se trató el tema de actualización sobre tratamiento de dengue y cólera en el país y se mostraron las cifras del pico que atravesamos en los casos de dengue, donde la OPS advierte que nuestro país tiene una de las tasas de mortalidad mas alta por dengue de toda la región de las Américas, 0.76 por cada mil casos.
El mosquito habló en el día de ayer, pues estos números fríos lo que se demuestra es la grave y profunda que es la crisis en el sistema sanitario dominicano, no es aceptable que un país como el nuestro, con una amplia cobertura de médicos en todo el territorio nacional, con camas sin uso en la mayoría de los hospitales municipales, con una red de unidades de atención primaria, con una población comunicada y posibilidades de ser permeada para adoptar medidas preventivas efectivas para evitar el contagio; se encuentre, en el tema de mortalidad y tratamiento del dengue, por debajo de países de la región con poblaciones aisladas por selvas y rios, llenas de indígenas, muchos de ellos ni siquiera se entienden en lengua española y donde faltan médicos, camas y equipos para diagnóstico y tratamiento.
La imposibilidad de medir en forma directa, los indicadores que demuestren la calidad del gasto en el área social, sobretodo en educación y salud, es lo que impide el diagnóstico de nuestra situación en las áreas donde se expresa mayor exclusión y marginalidad.
¿DE QUÉ HABLÓ EL MOSQUITO?
Las cifras de muerte por dengue, de lo que hablan es de un sistema sanitario fragmentado y desvinculado de las comunidades, el mosquito, lo que nos dice en este caso, es la necesidad que tenemos de vincular a la base social organizada; maestros y estudiantes, equipo de salud, madres y trabajadores, en los planes de prevención del dengue.
El mosquito nos está diciendo que debemos construir un ejercito en que todos los dominicanos detecten en su entorno las aguas donde los mosquitos depositan sus larvas y se multiplican, y cuando hablamos de un ejercito, describimos toda una población organizada para la prevención.
El mosquito también nos está diciendo, que la enseñanza de las enfermedades tropicales en el curriculum de nuestras universidades es insuficiente, por lo que es probable que estemos formando médicos para otras sociedades, no exactamente para la nuestra donde la medicina preventiva y social, que es la promovida en la ley de seguridad social y la ley de reforma del sector, es secundaria, privilegiándose la enseñanza de las materias de medicina especializada.
También el mosquito nos cuenta que, una vez infectada una persona, hay muchas dificultades para el diagnóstico de la enfermedad, esto es una responsabilidad individual del médico tratante, por lo que desde el Ministerio de Salud, la capacitación del personal humano bajo su cargo, también es ineficaz.
Y que esto también ocurre en los servicios de atención privada de salud, por lo que, la función de rectoría del sector no está funcionando, lo que causa distorsión en los diagnósticos y tratamiento de enfermedades de reporte obligatorio y donde existen protocolos confeccionados para su diagnostico y tratamiento.
También nos dice el mosquito, que una vez diagnosticados los casos y sumados a la lista de dengue grave, el sistema sanitario público y privado tampoco actúa en forma eficiente para evitar las complicaciones que llevan a la muerte, sobretodo método diagnostico de laboratorio temprano y tratamientos sustitutivos para evitar el schok hemorrágico.
Nos grita al oído el Aedes Aegipty, la necesidad urgente de contar con una red de bancos de sangre en todo el país, de donde parten los tratamientos sustitutivos, sangre y concentrados de plaquetas sobretodo, que son los que evitarán las muertes.
Si seguimos hablando con el mosquito, probablemente nos tacharán de locos, pero esto es sólo una muestra de lo que puede decir una sóla cifra, un número sencillo, provocado por un simple mosquito.
NO ES UNA CONVERSACIÓN EXTRAÑA
Muchas veces los seres humanos deberíamos convertirnos hasta en mosquitos para poder tomar decisiones que están a la vista de todos y que sin embargo somos incapaces de implementar.
Es que a pesar de que Dios nos dio el cerebro mas grande de todas las criaturas de la tierra, el cual nos permite pensar, hablar, razonar y muchas otras cosas; algunos pareciera que lo tenemos del tamaño de un mosquito.
Hace ya doce años se realizó un consenso para transformar el sistema sanitario en la República Dominicana, se promulgaron dos leyes; una de reforma del sector salud, la 42-01 y otra financiera para sostener esa reforma, la 87-01.
La primera manda a separar las funciones del Ministerio de Salud en dos grandes áreas: una la prestación de servicios individuales (clínicas publicas y privadas y hospitales) y la otra: prestación de servicios colectivos (producción social de salud).
Este que sería el primer paso para transformar todo el sistema sanitario dominicano en el mas eficiente del área, ha sido imposible realizarlo, ya que, al parecer seguimos como el mosquito picando y brincando sin avanzar absolutamente nada.
¡Que lástima! ¡La vida nos ha dado mas de una oportunidad pero no hemos sabido aprovecharla!
