Trate
de apretar su mano haciendo un puño con esa frecuencia y verá que los músculos
de sus dedos estarán exhaustos después de un par de minutos.
Pero
el músculo cardíaco tiene una estructura diferente, con mucha más hemoglobina
para poder llevar oxígeno y extra mitocondrias para generar energía.
Las
células del músculo cardíaco no están separadas: la misma membrana celular las
une a todas en una estructura llamada sincitio (o sincicio o cenocito).
Eso
permite que los impulsos nerviosos se propaguen rápidamente por el corazón.
El
ritmo está controlado por las células marcapasos, que se contraen
espontáneamente, sin necesidad de la interferencia directa del cerebro.