El herpes labial es un problema
muy común y molesto. Para muchos es un molesto compañero de vida porque no es
infrecuente que la infección se padezca una y otra vez. Y esto ocurre porque en
realidad el virus se queda con nosotros; permanece de forma latente en el
organismo y se reactiva de manera recurrente con pequeñas ampollas popularmente
conocidas como calenturas.
Como explica Consumer, la fiebre es una de las causas que lo
reactivan, pero no la única. La radiación solar, los cambios bruscos de
temperatura o pequeñas lesiones en los labios son otros factores implicados.
Las alteraciones hormonales también juegan en ocasiones un papel importante.
Otra causa importante en la reactivación del herpes labial puede ser el estrés
emocional.
El virus del herpes (HSV1) no queda latente en la zona donde se desarrolla la infección. Una vez que se ha registrado el primer episodio, a menudo en la infancia, el virus migra a través de las terminaciones nerviosas sensitivas de la piel o la mucosa al ganglio. Allí permanece acantonado. Se esconde en el ganglio trigémino y puede reactivarse en cualquier momento durante la vida del huésped.
El virus del herpes (HSV1) no queda latente en la zona donde se desarrolla la infección. Una vez que se ha registrado el primer episodio, a menudo en la infancia, el virus migra a través de las terminaciones nerviosas sensitivas de la piel o la mucosa al ganglio. Allí permanece acantonado. Se esconde en el ganglio trigémino y puede reactivarse en cualquier momento durante la vida del huésped.
Diferentes estímulos reactivan al virus, que transportan de nuevo
los axones sensitivos. Cuando alcanza la zona diana, infecta las células
epiteliales y provoca una nueva infección. En los últimos años, se ha
constatado que los episodios recurrentes por el virus del herpes labial podrían
ser menos inocentes de lo supuesto. Se plantea una hipotética relación con
alzhéimer.
En un estudio realizado por investigadores de la Universidad de
Manchester, Reino Unido, los investigadores analizaron las placas amiloides de
varios pacientes con alzhéimer y comprobaron que en el 90% de ellas encontraban
ADN del virus HSV1, responsable del herpes. La hipótesis es que el
microorganismo entra en el cerebro del anciano cuando el sistema inmune se
debilita.