POR RUDDY DOTEL
Un análisis simple da como resultado que uno de los dos grandes partidos ganará las elecciones presidenciales del 20 de mayo, y es seguro que uno sufrirá lamentablemente la derrota, sin embargo todavía no se puede señalar quien será el futuro ganador, porque de aquí a mayo muchas cosas van a suceder en el escenario político.
Veamos primero al Partido de la Liberación Dominicana PLD, que tiene en contra un gobierno que no ha satisfecho las necesidades perentoria del pueblo, con problemas de empleo, apogones eléctricos, alimentación, corrupción, la educación pública y la salud con un bajo índice de servicio, la delincuencia y el narcotráfico destruyendo la sociedad dominicana, nuestras instituciones son débiles, y las autoridades tiene por objetivo enriquecerse con los fondos del errario del Estado. Con esta situación marcando casi en rojo pone en peligro las aspiraciones a la presidencia de Danilo Medina.
En el Partido Revolucionario Dominicano PRD, la candidatura de Hipólito Mejía tiene como principal problema al presidente de esa organización política Miguel Vargas Maldonado, quien sabe que un triunfo de Mejía creará la sepultura de sus aspiraciones y posiblemente la expulsión del PRD. También el pueblo sabe y recuerda la diablura que hizo Hipólito Mejía durante su gobierno ( 2000-2004 ), donde el dólar pasó la barrera del 64 por uno, las largas filas para comprar gas propano, gasolina, gasoil y otros derivados del petróleo, alimentos y las quiebras de los bancos, que debilitó más nuestra economía. Hipólito aunque las encuestas los perfilan puntero, todavía no puede contar victoria.
Estos dos partidos no presentan ninguna esperanza al pueblo dominicano, pero las gentes no tienen una opción nueva que puede derrotar a los blancos y a los morados, tiene un solo camino, que es un sendero fallido, de ir a un matadero electoral de Hipólito o Danilo, así de sencillo, porque los grupos progresistas piensan en elecciones cuando se acerca la fecha del torneo electoral. Los días por venir irán aclarando el panorama electorero.