by Francisco Jimenez
En un estado deprimente, sin las más mínimas condiciones de salubridad, está viviendo una envejeciente en el sector María Auxiliadora del Distrito Nacional.
Evarista Turbí, nativa de Polo, Barahona, come por la caridad de sus vecinos, quienes claman porque las autoridades acudan en auxilio de esta mujer que está en enferma y necesita, no solo atenciones médicas, sino también protección económica y social.
Tiene los pies hinchados y de ellos bota un líquido fétido. Luce descuidada y sin mucha higiene.
Habita en un maloliente apartamento que, según contó su vecino Julito Polanco, pertenece a una iglesia adventista del sector.
Turbí relató que se dedicaba a pedir limosna en las calles, pero que hace tres meses se enfermó y no ha podido volver a salir a buscar su comida. “Yo caminaba mucho buscándome mi comida en Villa Consuelo, en Los Guandules, pero ahora no tengo nada”, se lamentó.