by Francisco Jimenez
Una profesional en neurociencia, dijo que los beneficios de la oración en la relación humana con Dios ya están científicamente probados.
La psicóloga y neurocientífica brasileña, Rosana Alves, participó en una edición del programa 'Consultório de Família', y habló sobre el tema, desde el punto de vista científico, programa que ha regresado a las redes sociales en los últimos días, alcanzando millones de visitas.
"La gente a menudo piensa que la oración es simplemente una forma de ponernos en la posición de seres humanos inferiores, rindiendo tributo y reconociendo que hay un Dios superior", dijo.
“La oración, y esto está científicamente comprobado, funciona en una región de nuestro cerebro, que es el sistema límbico, específicamente en la región mesolímbica, y allí libera sustancias muy importantes que nos brindan un sentido de pertenencia, mejora nuestra autoestima y nos hace sentir muy bien”, agregó.
Según Rosana, la oración tiene, sobre todo, un sesgo terapéutico, debido a su propuesta que es llevar al ser humano a abrir su corazón ante alguien en quien confía tanto y considera tener el poder de ocuparse de sus aflicciones, para aliviar las tensiones.
“El propósito de la oración es abrir nuestro corazón como se abre a un mejor amigo o cuando vamos a una sesión de terapia, ¿qué queremos? Contar lo que sucede en nuestro corazón, con la certeza de que hay alguien allí para escucharnos, que no solo nos escuchará, sino que también nos dirá una mejor manera de avanzar, una nueva forma de pensar y enfrentar nuestros problemas”, dijo.
"Cuando abrimos nuestro corazón a Dios, eso es exactamente lo que está sucediendo. Puedo decir esto como profesional, pero principalmente como cristiana: no hay mejor psicoterapia en el mundo que la oración, porque cuando me arrodillo ante Dios, estoy diciendo 'Señor, tengo mis debilidades y creo que el Señor puede resolverlas todas'. Y Dios puede resolverlo", explicó.